Este verano ha editado treinta cuentos enredados pero no entrelazados. Son treinta historias diferentes pero con la autenticidad como punto en común, personajes equidistantes como el día y la noche, pero unidos por la inagotable fantasía de su creadora.

Pum nos sumerge en un realismo mágico próximo a autores suramericanos tipo Rulfo o García Márquez y muy alejado de los cuentos que estamos acostumbrados ya no solo a escribir, sino incluso a leer por estos lares.
En La obra maestra el egocentrismo de su personaje da tanta pena que hace reir.
En Una habitación cualquiera el protagonista desea revivir una imagen sensual de los setenta. Busca desesperadamente alojarse en la misma habitación de un hotel donde durmió Raquel Welch.

También hay historias de hadas, de brujas, de rayos que persiguen niños.
Los treinta cuentos son tan reales como el lector quiere que sean. O ingenuos, si no se mira a través de un transfondo brumoso que esconde, poco más allá, un buen repertorio de estrellas. La imaginación de la autora obliga al lector a sumergirse en un mundo desconocido y real, a vivir, en definitiva, otra vida poco común a través de personajes que viven en nuestra misma escalera. En nuestra propia casa.
A Pum la verás en cualquier Feria del Libro de Aragón junto a los Mala Vida. Pero si quieres sumergirte en su mundo leyendo sus cuentos, pídelos aquí:
http://loscuentosdeapolonia.blogspot.com.es/2010/11/jitanjafora.html